José Van Dijck

 

La memoria se trata de hacer selección

 

Es licenciada de la Universidad de Utrecht, en Holanda, y Doctora en Literatura Comparada de la Universidad de San Diego, Estados Unidos. Trabajó como profesora en las universidades de Groningen y Maastricht antes de unirse a la Universidad de Amsterdam, el año 2001, donde fue Decana de la Facultad de Humanidades entre los años 2008 y 2012. Desde el año 2010 forma parte de la Real Academia de Artes y Ciencias de los Países Bajos, y en el 2015 se convirtió en presidir dicha institución, cargo que ocupará hasta junio del 2018.

Es la autora de los libros The Culture of Connectivity. A critical history of social media (2013), Mediated memories in the digital age (2007) y The transparent body. A cultural analysis of medical imagining (2005).

 

Con respecto al archivo, ¿qué cambios viste en el paradigma, o el concepto, al pasar de un archivo análogo a uno digital?

Sí, claro, esa de todas maneras es una transición, de análogo a digital, y esa transición ha estado tomando lugar durante los últimos veinte años, especialmente dentro de los últimos diez años. Por supuesto, ahora tienes que lidiar cada vez más con el material nacido dentro de lo digital, ese es un nuevo tipo de transición. Primero te mueves de lo análogo a lo digital, pero ahora te mueves cada vez menos, porque tus documentos y archivos nacen básicamente desde el contexto digital. Eso requiere una nueva transición que tiene que ver con desde dónde proviene el material, porque si nació dentro del contexto digital necesitas saber qué contexto es ese, con el fin de que puedas entender cómo puedes protegerlo y salvaguardar los documentos que quieras conservar a futuro.

 

Un archivo nativo digital.

Claro. Estamos trabajando cada vez más con dos cosas distintas. Primero hemos transformado el archivo a trabajar, el que nació como análogo, o sea, obtuvimos escaneos, escaneamos el material del archivo. Ahora tenemos archivos digitales, y esa es una parte diferente de la misma transformación. Lo que hace del nuevo archivo algo diferente del archivo análogo es, por supuesto, la alta capacidad de búsqueda. Cuando los documentos que guardamos han nacido desde lo digital, puedes inmediatamente buscar un mayor número de cosas, por ejemplo, puedes buscar automáticamente palabras entre otras.

 

Debido a todos los metadatos.

Sí. Eso obviamente convierte al archivo digital, o el archivo nacido de manera digital, un archivo digitalizado, muy diferente de uno análogo.

 

¿Crees que el Internet es un archivo? ¿Lo ves como un archivo o lo ves tan solo como una plataforma, o como una gran biblioteca? ¿Cómo es tu concepto de Internet en ese sentido?

Yo jamás llamaría al Internet “un gran archivo”, porque una de las características, la característica principal de un archivo, es que tú haces una selección, eliges qué documentos o qué archivos quieres guardar, cuáles realmente quieres tener en tu archivo, mientras que Internet no es una selección. Todos muestran todo en Internet. Pero este es un problema de definición de qué es un archivo y qué hace, porque hay ciertos colegas míos que dicen que Internet es el archivo más grande del mundo, y si estás interesado en verlo dese esa perspectiva, si el Internet es tu archivo más grande, necesitas almacenar todo. La implicancia de ver al Internet como un archivo es que necesitas guardar todo, en todo momento, cada segundo, todo lo que está en Internet. Mi punto de vista es que el Internet no es un archivo, no necesitamos guardar todo. La característica principal del archivo es que tú seleccionas cosas y esas son las que guardarás para el futuro, eso es realmente lo que constituye un archivo. Así que no soy de esas personas que consideran al Internet como un archivo, aunque puedo nombrarte muchas personas que lo definen así.

 

¿Ves como un gran desafío si pensamos en la preservación de los documentos digitales, los nativamente digitales?

Si tienes más material, cuando tienes más información, más complicado se vuelve el tomar, elegir y seleccionar lo que quieres preservar, más complicado se vuelve el tomar esas decisiones. El acto de preservar es, efectivamente, hacer esa selección de la colección de información que nos rodea, que llega a nosotros como un gran río, y si tú quieres sobrevivir no puedes tomarte todas las gotas de agua, tienes que hacer una selección. Eso es lo verdaderamente más importante de archivar, el guardar las cosas que realmente quieres conservar.

 

Refiriéndonos también a la investigación que has hecho durante todos estos años, ¿cuál es la relación entre memoria y archivo?

La memoria no es un archivo, el archivo no es una memoria, pero el archivo es muy importante para cultivar la memoria cultural, especialmente la memoria colectiva, y eso también corre para la memoria personal. Todo lo que almacenas, cada foto, cada carta, cada elemento análogo o cada elemento digital, forma parte de tu personalidad. La memoria está en gran parte constituida por todas las cosas, tanto tecnológicas como las memorias materiales, aquellas que pones en tu archivo personal. Para la sociedad en general esto significa que las cosas que tú seleccionas de toda la corriente informativa de la que está hecha la historia, la selección que realizas y pones en archivos, te dice algo sobre el tipo de pasado que quieres cultivar, aquel que quieres nutrir. Los archivos seleccionan aquellas partes de la historia que quieres guardar, alimentar, cultivar en tu memoria personal o colectiva.

 

¿Cómo crees que la tecnología digital y el Internet influencian o han cambiado la memoria individual y colectiva?

Es probable que hayas leído el libro Mediated Memories, en el cual explico cómo la digitalización afecta de manera muy literal la forma en la que recordamos y las cosas que recordamos. Por supuesto que podemos almacenar muchas más cosas, ya no tenemos límites materiales sobre qué podemos almacenar, lo que podemos guardar, muchos de nosotros estamos haciendo ahora diez mil imágenes más de las que nos solían gustar treinta o cuarenta años atrás, porque no existe ningún costo mayor entre el hacer cuatro mil fotos o el hacer cuarenta. El único aumento está en los servidores, y eso es muy marginal, muy rentable. Lo que cambia es la precisión que debes tener y cuan estricto debes ser con respecto a qué decisiones, qué selección haces del material que puedes guardar. No es cierto que mientras más almacenas, mayor es tu memoria, porque hacer la selección es de lo que trata la memoria. Otra diferencia con la memoria análoga es que en la memoria digital puedes almacenar tus cientos de miles de fotos que tomas a lo largo de la vida y después decir “Bueno, no estoy mostrando todas estas imágenes, pero estoy haciendo una selección diferente.”. Pero eso es algo que solo podremos saber en quizás veinte años más, cuando aquellos de nosotros que han crecido solo con archivos digitales comiencen a hacer aquellas selecciones. Ahora la mayoría de la gente aún tiene un archivo digital y uno análogo, pero si, por ejemplo, solo hubiera archivos digitales, sería interesante ver qué tan diferente la gente selecciona el material con el fin de almacenar su memoria.

 

Estaba mirando el libro que hiciste sobre sonido, y me estaba cuestionando sobre el potencial multimedial que tendrán las memorias en el futuro, porque ahora recordamos sonidos, con imágenes en movimiento y fotos y formatos distintos. ¿Cómo ves que nuevos desarrollos como lo multimedial cambian el concepto de memoria?

Siempre hemos usado diferentes tipos de tecnologías para almacenar, para escenificar la memoria, y siempre hemos tenido algunas tecnologías a nuestra disposición. Tuvimos cintas de cassette, y antes de eso tuvimos grabadoras, así que no es como que ahora que tenemos un computador podemos repentinamente hacer todo esto, guardar todos esos recuerdos en texto, fotos, sonidos, ese siempre ha sido el caso. Lo que es diferente ahora es que podemos guardar todas estas memorias al mismo tiempo, así que básicamente puedo tomar esta conversación, que es tu cara y sonido, con las imágenes en movimiento y todo el texto que me enviaste, y tener un documento multimedial en el cual te guardo como persona. No es cierto que esto es totalmente nuevo porque siempre lo hemos hecho, pero solía ser a través de diferentes canales, teníamos que grabar todas estas dimensiones de sonido, imagen y texto, y lo interesante de lo multimedial les que por primera vez podemos combinar todos esos canales diferentes y ponerlos en uno solo.

 

¿Y podemos hablar ahora de una memoria colectiva extendida? Teniendo presente que la historia que hemos entendido hasta los últimos años ha estado guiada por una historia muy plana, no había voces diferentes o diversas, y ahora tenemos todas estas diferentes voces y redes sociales que están informando y escribiendo sus propias historias, ¿crees que el concepto de memoria también cambia a una memoria colectiva extendida, o a una nueva memoria?

Bueno, eso es algo que no he estudiado realmente, porque mi libro, Mediated Memory, se terminó en 2006, y eso fue justo antes de que Facebook despegara en 2007, así que no considero las redes sociales en ese libro. Lo que cambia es que seguimos teniendo el mismo principio de comunicar y almacenar lo que comunicamos con todas nuestras comunicaciones con Facebook y Google y Twitter y todo eso, así que ahora toda conversación informal que teníamos en el patio del colegio o las calles o conversaciones que jamás pensamos que recordaríamos, están, de hecho, siendo grabadas. Eso ha transformado el contexto informal en uno formal. Toma por ejemplo estos acalorados debates en Twitter. La gente a veces reacciona sin siquiera pensar, solo se trata de lanzar un tweet o una respuesta. Eso es algo que solías hacer de manera informal y que ahora se ha formalizado, y eso cambia lo que recuerdas de ciertas personas. La tecnología misma hace algo a una conversación, y así es cómo afecta a la memoria.

 

También porque está pasando a través de un algoritmo.

Claro, todo es seleccionado a través de un algoritmo y eso te obliga a tener una conversación de una forma en específico. Todo lo que se escribe en Whatsapp, por ejemplo. Jamás escribiría eso en una carta. Antes solo tenía conversaciones telefónicas con mis hermanos, y tenía cartas para intercambiar, pero ahora hay tecnologías como Whatsapp o Facebook, y esas son nuevas formas de conversación que ahora almaceno. Cada vez que miro mi teléfono pienso “¿por qué escribí esto?”. Son expresiones coloquiales, son conversaciones que jamás hubiera guardado en el pasado. Ese es otro tipo de conversación que voy a recordar porque lo tengo en mi teléfono.

 

Con esta “nueva memoria” recordamos y olvidamos bajo nuevas condiciones, como la de compartir en espacios públicos mediados. ¿Crees que algo cambia ahí, en la forma de recordar y olvidar?

Sí, claro. Olvidar es un acto muy importante. El derecho a olvidar, literalmente, se ha convertido en un problema, un problema legal, en el territorio de Internet Europeo, y creo que mientras más ponemos en Internet, más tendemos a olvidar que tenemos el derecho a olvidar. El derecho a olvidar se refiere a que tienes poder personal sobre lo que quieres guardar en tu memoria y lo que quieres eliminar, y una gran cantidad de documentación que está ahora en Internet no es algo sobre lo que tengas poder. Si hay algo que no quieres guardar para el futuro, puedes eliminarlo o puedes sacarlo del Internet, pero eso no te garantiza que no lo encontrarás en algún otro lugar de Internet o que gente no lo haya copiado a sus archivos, así que tienes cada vez menos poder no solo sobre lo que quieres poner en Internet, sino que también sobre lo que quieres sacar, lo que quieres eliminar, lo que quieres olvidar sobre tu propio pasado. Eso es una autonomía personal muy importante que se te quita, cuando ya no puedes eliminar lo que no quieres guardar más en tu memoria.

 

Hablando sobre temas legales, ¿cómo crees que el derecho de autor ha sido afectado por las tecnologías digitales y cómo esta colaboración constructiva de la memoria ha impactado en el archivo?

El derecho de autor es un concepto mucho más complejo. ¿Quién tiene el derecho sobre fotos que otros tomaron sobre ti? Estás en la calle, alguien toma una foto de ti y la pone en Facebook… Hay una pregunta ahí sobre el derecho sobre esa foto, y una vez que es liberada dentro de Internet ya no tienes poder sobre el rol que jugará esa imagen en tu vida o en la vida de otros. Puede ser recontextualizada, alguien puede tomar la foto de Internet y vender vestidos con tu foto en ellos o puede ser usada para cualquier tipo de contexto, así que el poder de tu propia foto, o la forma en que quieres estar representado en Internet, ya no es tuyo.

 

¿Cómo imaginas, con toda la investigación que has hecho, el futuro hipotético de la memoria?

Esa es una pregunta enorme. Yo creo que debido a la enorme explosión de información que puedes encontrar sobre ti mismo en Internet, ahora tienes menos poder sobre la forma en que puedes recordarte a ti mismo y cómo puedes ser recordado. Con la expansión, la explosión de información y datos que le das al Internet, que compartes con otras personas, menor es el control que tienes sobre la memoria que quieres cultivar. Eso es algo realmente nuevo, aun no tenemos idea sobre cómo esto se va a desarrollar en el futuro y qué rol tomará. Muchos niños jóvenes realmente no ven esto, pero ponen imágenes de ellos mismos en Facebook en las que están bebiendo y divirtiéndose y medio borrachos en las calles, el café o la disco, y luego, veinte años después, pensarán “Por Dios, cómo pude ser así”, y no habrá forma de que puedan eliminar ese tipo de imágenes, cosa que nosotros, los que aun guardamos nuestras propias fotos, propios textos, podemos hacer. Tenemos la habilidad, tenemos el control sobre nuestra propia memoria porque podríamos destrozar las cartas que recibimos de un novio y no queremos volver a ver, o podríamos eliminar todas esas fotos que no queremos que estén en nuestros archivos, podemos realmente esculpir nuestra memoria. Ese “esculpir” es lo que creo que será mucho más complejo en el futuro.

 

Porque no hay posibilidad de tener una caja de zapatos digital.

Podemos tener una caja de zapatos digital, pero eso no significa que el mismo no tenga una caja de zapatos distinta a la tuya. Quizás hay diez veces más fotos de ti en lo público y tú ni siquiera saber que están ahí, así que tienes menos control sobre tu caja de zapatos. Quizás esa es la forma de verlo.

 

Porque van a haber menos fronteras entre la memoria individual y la colectiva, o tu memoria pública.

Menos control sobre ambas, menos control sobre tu memoria personal y colectiva, porque hay muchos escultores. Todos pueden dar la forma que quieran a su memoria, y eso creo que se relaciona con las noticias falsas, por ejemplo. Tenemos cada vez más habilidad para moldear nuestras versiones de la realidad con las tecnologías que están a nuestra disposición.