«Pedazos de vida», collage, Maricruz Alarcón (2018).

Pedazos de vida

“Creo que el amor es algo urgente porque nos vamos a morir. Los dioses griegos tienen la eternidad por delante. Se ponen los cachos, se tiran unos con otros, pero tienen toda la eternidad para experimentarlo todo, por eso no necesitan amarse. Tienen todas las aventuras. Pero los seres humanos nos vamos a morir”.


Yo creo que aquel que ha tenido una experiencia de amor, aunque sea una,
aunque haya sido breve,
se ganó su infinito,
se ganó su infinito, esa experiencia es infinita
y te va a acompañar.
Si yo fuera Dios, a los únicos que mandaría al Paraíso
al tiro, sin pasar por el Purgatorio ni nada, de inmediato,
sería a los que nunca han tenido una experiencia de amor,
para compensarlos.
"Ama y haz lo que quieras",
dice San Agustín.
Alguien me vaticinó que mi primer matrimonio iba a durar nada
me lo vaticinó ahí mismo y tenía toda la razón.
El segundo matrimonio no,
el segundo matrimonio fue más esperanzador.
El primer matrimonio
fue un matrimonio desesperanzado porque no sabíamos muy bien
en lo que nos estábamos metiendo, te fijas,
Ahí sí que le echo la culpa realmente a la juventud mutua,
pero tuvo un resultado que fue increíble,
que fueron nuestros tres hijos,
y han sido una fuente de alegría
de preocupación y alegría.
Eso uno lo sabe, "nació por descuido de su madre,
hoy lo baña la luz del universo, mañana será Dios eternamente"...
Ese es un poeta del Opus Dei, es la única cosa,
la única imagen
que le he encontrado algún sentido, por lo menos es bello.
"Nació por un descuido de su madre, hoy lo baña la luz del universo
mañana será Dios eternamente"
Bonito.
Pero yo no sé si he sido un padre.
Mi padre se murió cuando yo tenía dos años,
carecí de modelos de lo que es ser padre.
No sé si he sido un buen padre.
Sí he sido un padrastro extraordinario,
he sido el mejor padrastro de Chile,
pero no creo haber sido un buen padre.
No creo haber sido un buen padre, porque me separé en ambos casos,
uno con un niño prácticamente recién nacido,
y otro con un chico que tenia cinco, seis años.
Entonces uno no es un gran padre separado.
Después lo puedes ser, pero separado no es un gran padre.
Pero padrastro sí, fui un padrastro notable.
Claro, el primero es el certificado de matrimonio
con la que fue mi primera mujer, Miriam Martínez.
El segundo es de mi segundo matrimonio,
con la Diamela Eltit.
Entonces, pedazos, pedazos de vida,
que uno recuerda, como se recuerdan las cosas
con humor, con dolor, con nostalgia,
y con alegría también.
Entonces, el recuerdo de mi hijo Iván,
que hoy día es un arquitecto de 42 años,
hecho y derecho, me es especialmente fuerte,
me es especialmente grato,
me es especialmente, estoy especialmente agradecido,
porque uno nunca sabe cómo van a terminar las cosas cuando hay
separaciones, matrimonios, una vida como la que uno puede haber llevado,
que es una vida compleja,
en que se lanza contra todo en un país en medio de dictadura,
y donde nadie tuvo vidas fáciles,
entonces la relación que yo tengo con mi hijo
es una de las cosas que me alegra
y que en cierto sentido me enorgullece,
después de todos, después de tantos años.
Para mí, el ratificar ciertas cosas
es ordenar,
frente a lo que se pudiese llamar "la eternidad",
incluso, ciertos compromisos,
los cuales finalmente puedes romperlos, o puedes fallar,
pero es la intención.
Yo no habría concebido mi relación con la Paulina Wendt hoy,
con la que llevamos 16 años, si no fuera con matrimonio.
Era con gásfiter, o sea era con arreglo de daños,
con lavatorios que se tapaban me entiendes,
o sea era con gásfiter el asunto.
Voy a parecer una chica de quince años,
y lo digo sin demagogia y, a riesgo de parecerme a Juan Pablo II,
el amor es lo más importante.
Y siempre lo he creído, es lo más importante,
es lo único que te salva de la angustia de la muerte.
Yo he sido monógamo sucesivo.
O sea, nunca...
Me he casado cuatro veces,
o he estado emparejado cuatro veces,
no importa, da lo mismo.
Pero nunca una ha tenido que ver con la anterior,
no, son sucesivas y con cierto mínimo tiempo entre medio.
Creo que el amor es algo urgente porque nos vamos a morir.
Los dioses griegos tienen la eternidad por delante.
Se ponen los cachos, tiran unos con otros,
pero tienen toda la eternidad para experimentarlo todo,
por eso no necesitan amarse.
Tienen todas las aventuras.
Pero los seres humanos
nos vamos a morir
Entonces el amor es algo urgente,
es la única experiencia que te salva,
que te libra de la experiencia de la muerte.
No te libra finalmente,
pero en cierto sentido te la conjura.
Eso.